LA MUECA JADE
Bienvenidos.Las ramas de mis pequeños relatos penetran hasta la profundidad del silencio. No temais. Las hojas son tiernas. Hasta los cuervos que mordisquean el fruto no notan mi presencia. Al final del camino, una luz y un roble. Mi alma, sin prisa, parece no querer llegar. アトオ ATHO DE JAZARIA
05 diciembre 2015
VISIÓN DE UNOS OJOS TRISTES
09 junio 2014
NO PUEDO
El invierno ha llegado.
Los recuerdos de este otoño no son alegres.
Aspectos románticos, pocos.
Giran en torno a cosas vulgares.
El silencio de la montaña es denso.
Sale el sol.
Sus rayos penetran entre pinos y escriben tristezas.
Dejo de caminar.
No hay nada más en que pensar.
Ni relatos, ni poemas, ni prosa poética.
No es posible.
No puedo hacerlo.
Nadie dice que me ama, ¿debo decirlo yo?
Llevo toda la tarde muriendo de tristeza.
Quiero gritar, mas, no puedo.
Engullido por estos caminos nevados, formo parte del viento que no sabe venerar el silencio.
Atho
05 junio 2014
FELICIDAD, RIQUEZA, JUVENTUD… Y FIN.
01 junio 2014
ADIOS
31 mayo 2014
CONFESIÓN ABIERTA COMO LAS RAMAS DE LA ENCINA
06 marzo 2014
AMOR UNGIDO CON EL ACEITE DE LOS DIOSES
28 noviembre 2013
SE TERMINÓ
Las olas se van llevando las huellas. Cogidos de la mano, ahora caminan por la orilla remojándose los pies. Siguen, muy despacio, adentrándose en el mar. Vivian una inquietante incertidumbre sobre el destino final de sus amores.
El amor no viene y se va por sí mismo, solo va adonde le llaman.
Nubes umbrosas. Del amor vivido por ellos, solo se salvará lo que se puede salvar. Ella, vuelve a su ciudad. Él, a la montaña, sin mirar atrás. Prodigiosa libertad, piensan.
Desde el último mes, ¡aquellos silencios!
La tristeza se asoma en la ventana de sus ojos. ¿Dónde colgarán ahora sus recuerdos? ¡Qué importa! Son pedazos de ruinas. Todos los momentos ahora son amaneceres sin luz. Todo, fue una dolorosa mentira.
El cielo brilla sobre un porche de nubes. Se acabó el zumbido de la ciudad. Distancia suficiente para no poder regresar. El mar los acuna y traspasan la invisible frontera entre los dos mundos.
25 noviembre 2013
LAS HOJAS AMARILLAS
14 noviembre 2013
HE PERDIDO LA PARTIDA
Es esta la calle. Mi calle. Bueno, mi calle no, la calle donde vivo. Esperaré a que muera el día. Que muera sobre este adoquinado sucio.
Más allá del camino que va al río, asoman unos poemas, son hijos de las nubes que ayer, desde la montaña al valle, nacieron llorando la tristeza del invierno.
Hoy renace el pasado. Pero no. No es el pasado, es un montón de tiempo perdido. Son dados trucados que el destino lanzó sobre el tapete de mi conducta. He perdido la partida.
Allá bajo todo es barro, un vaho de sueños tristes. Ese cuenco lleno de profecías que no se cumplieron ahoga la libertad de hoy. Solo, al nacer el día, esconde el triste murmullo que arroja su manto sobre mi existencia.
Nada. Nada muere sin su sombra. Una alondra ha pasado desviada, lejos de la tempestad sin dejar su silueta sobre los acantilados.
Los cipreses se ven sobre el resplandor del horizonte intentando cubrir la tristeza de la tarde. Todo se paraliza cuando intento despertar del letargo en el que me sumió las últimas caricias de su sonrisa.
05 noviembre 2013
HUYÓ LA NOCHE
En la lívida aureola de un farol, tras deambular por las calles silenciosas, la ciudad dormida, el amor se disipó, apartó su cabeza de mi hombro.
¿Y, sabes que me recordaba su mirada? …el resplandor verde de las ramas de la higuera al ser mecidas por el viento. Pero…sus palabras se volvieron escabrosas, difíciles de entender.
Huyó la noche y supe después, que ella también. Se cubrió mi cuerpo de un escalofrío rodeado por la luz de sus ojos y la música de sus palabras.
Miraba con nostalgia como huía su hechizo bajo la luna, como se perdía el reflejo de las estrellas en los charcos del olvido. Pena de un amor imposible.
Aquel otoño, las sendas de mi destino se sumergieron en un vacío de luna y silencio, en una extraña lejanía.
El poder de este relato, retiene con fragilidad, el eco de la pasión. Pena de un amor imposible. Desde la luz mortecina que alumbra el pasado, te recuerdo encerrada en una burbuja indecente y sucia.
La quietud diurna del presente es alegre. La senda que se divisa parece más luminosa, se pierde en una libertad de un silencio que destila sueños dulces. Allí aparece el cielo que recoge un río preso de sus orillas verdes.
El fuego inquieto de la tristeza será para siempre si no se apagan sus ardientes rescoldos. Me quedaré quieto, junto al manantial mágico de mi bosque, escondido en la niebla, lejos de aquella realidad de perfecto círculo, formada por siete puertas iguales, siete, no, setenta. Fue difícil encontrar la salida a la verdad. Aquel amor estaba listo para el desguace.
03 noviembre 2013
OTRO SUEÑO EXTRAÑO
Aquella noche me desperté en un barranco. Las estrellas abrían la oscuridad. Mis pies eran raíces ocres. No entendía nada. Me convertía en un árbol. Las ramas brotaban de mis dedos. El color de mi pecho era de nenúfar. La brisa tropezaba en mi rostro lleno de palabras. Una lluvia desnuda me envolvía. Un pajarillo me dijo:
-¿Te despiertas? Tu nombre se está escribiendo en todas las piedras del rio. ¡Despierta!
La luna, la Vieja Luna, me recogió en su blancura. Era la primera luna del año.
Me hablaba al oído:
-A veces el silencio cicatriza las heridas de las palabras que como espinas se clavaron en tu corazón durante la despedida. Adiós sin misericordia, del último verano. Aquel amor era como el rescoldo de la leña de olmo, no hacía llamas visibles. Sus labios rojos como bayas de fresno y sus pensamientos desnudos de amaneceres, no conocían primaveras, ni lágrimas, solo infimitos con tatuajes absurdos.
Mientras: Un rumor de hojas amarillas deposita sobre un lago azul, canciones que arrebatan de un viento triste impregnando el ambiente con un olor a violetas.
Y… siguió musitando:
-Es el día en que sepas que, ella ha huido lejos, más allá de las estrellas, convertida en alondra.
14 septiembre 2013
EL OTRO AMOR
-¡Qué bien hueles!
-He tomado un baño de pétalos de rosas y esencias naturales, tenías que venir hoy, me preparo para ti cada día, apóyate sobre mi pecho desnudo y sintoniza los latidos de mi corazón, ¿notas qué fuerte va?
-Déjame verte desnuda del todo, tus pechos, tu pubis, tus glúteos, tu sonrisa...
-Levanta este raso blanco y podrás verlo...
-¡Qué hermosura!
-Dímelo al oído, entre susurros cerrados, cortos, apretados y pequeños... ¡me haces cosquillas! Siento una gota que recorre mi espalda, es gota tuya que se quiere hacer ósmosis con mi sangre, detenla con un beso, no la dejes llegar a los glúteos...
-Algo de mí está...
-Déjalo anclado como estandarte de tu conquista... que suelte fuertes raíces y no te muevas de ahí...
-Ayúdame..
-Sólo puedo relajarme ante tu obra, a esas manos de alfarero que me están dando forma de aljibe, permanezcamos así, mucho, mucho... quédate...
-No te apartes aún, no ha llegado la hora...
-No quiero que llegue la hora, que no llegue nunca... Me encanta sentirte tan cerca... dentro de los pliegues internos de la piel... Apriétate... Déjame sentir nuestros cuerpos aunados en un mismo vaivén, como las buenas cunas...
-Te prometo, esto me parece un imposible, nos estamos acercando al abismo, debemos enterrar esto en el sotobosque, para que se purifique con las lluvias...
-Bueno... pero yo no tengo miedo a las caídas, a los abismos, sí tus estas conmigo...
-Que los ángeles achiquen esta locura que nos aleja de la realidad... mira, la pasión, es como la flor de los prados, pronto se mustia, se desvanece y yo no quiero que eso ocurra.
-Será una pasión fresca, si tú prometes cuidar de la flor de los vientos, yo te juro, velaré para que esta pasión nunca, nunca muera. Nos sentaremos en los atardeceres a mirar el río, para sentir siempre esa sensación que devuelve vida, pero más allá de mí, si tu me pides, me pides que todo termine, soltaré amarras, lo haré despacito, lo haré como cuando una madre suelta el dedo de su pequeño hijo que empieza a dar los primeros pasos, lo haré.
-Nunca te olvidaré, pase lo que pase...
-Cuando me hablas así, me haces respirar lento, caliente y pesado... Ayer fui al bosque, ¡si vieras los robles! su tronco milenario, sus raíces... hablaba con ellos como contigo. Dame un beso y vete, si me necesitas llámame.
-Adiós amor.
Atho de Jazaria
10 septiembre 2013
ALEGRÍA O AFLICCIÓN
No estoy seguro, después de amar a la lluvia, sin entender su música, me quite el miedo a encadenar sueños.
Esta vida trascurre lenta.
Si las nubes hablaran, un silencio siniestro estallaría en la memoria al recordar las palabras que nos dijimos al despedirnos en aquel café.
Alguien toca el piano mientras muere en el horizonte esta noche de otoño. Ha sido un día de nostalgia, melodía de un tiempo que pasamos en París. Cierro los ojos ante la paz que siento.
Se desprenden los enigmas de aquel viaje.
Amargor.
La mirada de sus ojos, como ave nocturna, se perdía en un pozo donde mueren las estrellas del desencanto. Íntimo secreto que duerme triste tras recordar tan insólita aventura. Olvidaré su cuerpo tan deseado en sueños. Aquellos suspiros que rompían la tranquilidad del Sena. La densidad de la pasión permanecía una vez agotadas las caricias.
Mas, que importa ya, este amor, libre ahora de su embriaguez.
En el espacio real de reproches, murmullos en la cumbre de los sentimientos, que no pueden olvidar sus desnudos de mentira. Ocaso del instante de una mirada extraña que nace de la duda silente en su corazón repleto de soledad. La imaginación murió en la superficie de una piel que no deseaba sujetar la pasión y dar a esa pequeña muerte un seguro final lleno de amor.
Todas las estrellas de su mirada parecían suplicar que no cesaran mis besos sobre su piel, pero, no era así, huía a la montaña de otra persona, como gorriones urbanos hartos de los ruidos grises de amores fingidos.
No quiero saber si estos recuerdos dificultan el nacimiento de un nuevo día feliz. No quiero recordar como su cuerpo tumbado a la orilla del río, esperaba fingiendo, la música de mis besos. Libre, para que se derrame la alegría como las olas sobre la playa de mi alma, mi pensamiento, premian con sus nuevas imágenes, ráfagas de paz han explotado. Todo es luz. Tal vez un antídoto contra el miedo. Miedo a que nada tiene sentido. Alegría o aflicción.
15 agosto 2013
CONFESIÓN ABIERTA COMO RAMAS DE ENCINA
10 julio 2013
CENIZAS
Aquel amor encerrado en la oscuridad del sepulcro, nunca fue capaz de rasgar las tinieblas. Se creía que era un dios más allá de la tristeza.
Aquí, ni huellas. Solo silencio. Cenizas.
Solo fue un balanceo. No se llegó a entender por qué tras las caricias, los sollozos.
Ese amor no solo pudo morir tras el poco tiempo trascurrido, sino que murió.
Se vio la inmensidad del Amor sin horizonte. Fue un momento que tenía que llegar.
23 junio 2013
LAS NUBES PASAN
Las nubes pasan muy rápidas sobre el valle. La fantasía muere en lo alto, donde anidan los buitres. La luz ha descubierto su belleza. ¡Oh eternidad de un instante de amor!
Ni los pinos del monte dan sombra. La alegría parece borrar aquel lenguaje que sumergió en la duda la promesa que se hicieron en el puente.
El sol sale impaciente entre los sauces del rio, no cesan de mover sus ágiles ramas. Para encontrarse con el amor, es necesario, olvidar, resistir la tentación de recordar el fracaso de los anteriores.
El otoño duerme sobre hojas doradas. Pájaros. Libertad. La vida empieza a despertar. Si te preguntan no contestes que te burlaste de esos amores, que, te aburriste de sus besos.
Dejaré mis secretos entre el murmullo de las fuentes. ¡Cuídate del desamor!
El infinito ha borrado las estrellas. El placer y las alegrías se recuerdan. Es inútil callar.
Seguiré escribiendo.
30 mayo 2013
MIS VERSOS
Mis versos que vivían bajo un sauce, han huido y, se han refugiado, bajo los pinos que dan calor a la frontera de los sueños.
Noche de vieja luna.
Cortina de sauces tristes inunda la vida ahora.
Camino callado, frío.
Entre girones de nubes grises, como garzas reales, el amor voló al amanecer.
Las alas del deseo se paralizaron.
El amor dejó de ser nómada de los sueños.
Se llevó los silencios.
Y… los quemó.
Sus cenizas en playas del recuerdo se disolvieron en el mar del olvido.
Ya no hay más tiempo.
El sol duerme entre sombras grises, quieto, en todas los claros del bosque.
Los crepúsculos, huérfanos de felicidad, callan entre las rocas, para que sus silencios no sean rotos, y, su última luz petrificada, guarde en sus labios, recuerdos alegres.
La belleza se dibuja en el aire con hermosos rasgos. Y el alma resucita recordando pasiones prohibidas.
El amor muere alegre.
30 abril 2013
ESTO QUE ACABO DE ESCRIBIR NO ME GUSTA
La historia es amarga.
En sus palabras hay crepúsculo triste.
El ciprés se decanta, vacío.
Una náyade brillante y desmelenada, seduce a la Vieja Luna que llora a la oscuridad.
Sonriendo, un cisne, espanta al gusano negro que se desplaza armonioso, sobre mi cuaderno.
Y escribo algún poema. Siembra estéril.
Lanzo lejos, crepúsculos y ausencia, libre de culpas.
Sí, tengo relatos.
Sí, tengo perífrasis alegres encalladas entre las cuadriculas.
Sí, tengo voces de lugares lejanos.
Nada es perecedero en la fantasía de los que intentamos escribir.
Siempre existe una sublime amistad o un bello amor sexual, delicado y respetuoso para relatar, la fábula no morirá arrugada entre colillas de cigarrillos.
El relato, como el sonido de la ocarina, que se baña en los ríos del bosque encantado, no se extraviará en las sombras de las noches aciagas.
17 abril 2013
SOÑADORES
Si pides a la Fortuna, diosa hija del suelo volcánico, que se cumpla tus deseos, te quemarás. Me alegra pernoctar en los sueños. Los soñadores pertenecemos a un mundo que todavía no está terminado.
Mientras los árboles y yo , escribimos, ellos con sus ramas, yo con mis dedos, historias de magia, el río de la vida pasa por nuestro lado, oculto y de amarillo.
Nací en el mes de la Caña y el Junco, a la luz del Jaspe, sobre la flor de menta. Yo se mucho del viento, cuento historias de las que gritaron los hombres en los hoyos de la tierra incapaces de guardar el secreto. Se lo cuentan a la tierra profunda, y las entierran. Pero no saben que luego las cañas, cuando las roza el viento, reproducen las historias. Yo conozco su lenguaje.
11 abril 2013
UN ENCUENTRO
30 marzo 2013
HE PERDIDO LA PARTIDA
Es esta la calle. Mi calle. Bueno, mi calle no, la calle donde vivo. Esperaré a que muera el día. Que muera sobre este adoquinado sucio.
Más allá del camino que va al río, asoman unos poemas, son hijos de las nubes que ayer, desde la montaña al valle, nacieron llorando la tristeza del invierno.
Hoy renace el pasado. Pero no. No es el pasado, es un montón de tiempo perdido. Son dados trucados que el destino lanzó sobre el tapete de mi conducta. He perdido la partida.
Allá bajo todo es barro, un vaho de sueños tristes. Ese cuenco lleno de profecías que no se cumplieron ahoga la libertad de hoy. Solo, al nacer el día, esconde el triste murmullo que arroja su manto sobre mi existencia.
Nada. Nada muere sin su sombra. Una alondra ha pasado desviada, lejos de la tempestad sin dejar su silueta sobre los acantilados.
Los cipreses se ven sobre el resplandor del horizonte intentando cubrir la tristeza de la tarde. Todo se paraliza cuando intento despertar del letargfo en el que me sumió las últimas caricias de su sonrisa.
18 marzo 2013
OTRO SUEÑO EXTRAÑO
Aquella noche me desperté en un barranco. Las estrellas abrían la oscuridad. Mis pies eran raíces ocres. No entendía nada. Me convertía en un árbol. Las ramas brotaban de mis dedos. El color de mi pecho era de nenúfar. La brisa tropezaba en mi rostro lleno de palabras. Una lluvia desnuda me envolvía. Un pajarillo me dijo:
-¿Te despiertas? Tu nombre se está escribiendo en todas las piedras del rio. ¡Despierta!
La luna, la Vieja Luna, me recogió en su blancura. Era la primera luna del año.
Me hablaba al oído:
-A veces el silencio cicatriza las heridas de las palabras que como espinas se clavaron en tu corazón durante la despedida. Adiós sin misericordia, del último verano. Aquel amor era como el rescoldo de la leña de olmo, no hacía llamas visibles. Sus labios rojos como bayas de fresno y sus pensamientos desnudos de amaneceres, no conocían primaveras, ni lágrimas, solo infimitos con tatuajes absurdos.
Mientras: Un rumor de hojas amarillas deposita sobre un lago azul, canciones que arrebatan de un viento triste impregnando el ambiente con un olor a violetas.
Y… siguió musitando:
-Es el día en que sepas que, ella ha huido lejos, más allá de las estrellas, convertida en alondra.
02 marzo 2013
PARIS, Je t’aime
Migajas de amores secretos, desconocidos. Mentiras que cerraron ausencias en las noches de París. Jirones de abismos entre luces de neón. Imposibles miradas de amor sobre los puentes del Sena. Amores comprados en cada esquina. Caricias que ocultaban el miedo a conocer la verdad.
¡Es igual! París: Je t’aime.
01 febrero 2013
AQUELLA MELODÍA
30 enero 2013
23 enero 2013
20 enero 2013
¿QUÉ TÍTULO LE PONGO AL RELATO?
La noche abre la ventana de las estrellas y el lago se queda solo; espera que la luna acaricie su sueño.
Unas lágrimas, como hojas secas doradas, se posan sobre una escalera gris que lleva a las profundidades del abismo de la tristeza.
Eternidad que se frota los ojos, mientras su sonrisa ilumina la escena llena de silencios. Una eternidad vacía, sin nada mío. Es algo extraño, salvaje. Me quedo quieto, luego me alejaré para dejar que nazca la leyenda.
Siempre trato de empezar por los deseos, por los sueños, por escribir sobre los amores que duermen en las palabras nacidas sobre la escarcha de los imposibles.
De repente quise huir. Todo era desconocido. Nunca me había sucedido eso de sentirme atrapado. No sabía qué título poner a mi relato.
¿Por qué titular un libro, un relato, un poema?
La MUECA se ha dormido. El JADE brilla descalzo. No hay nada que hacer. Ellos están a la orilla que les vio brotar. Durante miles de años jugaron en silencio en el bosque que rodea el lago. No supieron que se amaban. Bueno, no se sabe. ¿Por qué a veces lloraban? Ella, quiso marchar por la senda que lleva al valle; él, cerró los ojos para no ver el abandono. Y, después, la noche. Nadie recuerda el final de la historia.
Los álamos cuentan la vida de ese amor, su fragilidad, su locura. Ahora es un recuerdo, un crepúsculo, un estanque.
Hay pasiones con mucha confusión. Si se supiera cómo se van a desarrollar, tal vez, nunca se amaría. El amor, llega pero, la inflexible Átropos corta, sin avisar, el hilo del deleite con sus tijeras de oro, y muere.
-Ven aquí amor, y dime que me quieres. A Jade le temblaban sus brillos verdes con manchas rojizas.
-¡Te mentiré!
-No me importa.
-Vale: te amor.
Con una pasión fingida en sus palabras, Mueca, siguió:
-Dondequiera que vayas, ya puedes contar lo mucho que te quiero, nadie te creerá.
La luna, esclava de la tenebrosidad, crece en un cielo encantador. Y cada noche, por las sendas del bosque, las estrellas se refugian, para escapar de la hermosa Vieja Luna.
Habían conocido un amor ruin, enemigo y traidor.
¿Qué título le pongo al relato?
15 enero 2013
LA CARTA QUE NADIE LEERÁ
Empieza a lucir el sol. Las nubes siguen grises, a sus espaldas, saltan chispas de luz que rompen en mil retales los colores del horizonte. Irisaciones como gotas de lluvia caen en el rio, siempre relucientes al amanecer.
Mi pensamiento, encima del viento, cerca de las estrellas, revolotea libre. Bajo los soportales del monasterio, contemplo el valle jubiloso que se despierta alegre y soñador. Mi realidad, está cautiva de su belleza.
Trataré de acercarme a las encinas de mi pueblo, para escuchar, a través de sus hojas, como conseguir unas historias de alas vigorosas e infatigables, que vuelen sobre la ciudad de los sueños que nunca se realizaron.
Aquel amor de incognito era atractivo como un sueño. Las puertas de su mirada daban paso a un horizonte de esperanza, dispersando las tinieblas que envolvían la propuesta de juegos eróticos para aquel fin de semana.
Ambos hicieron el amor para confirmar su soledad. No supieron transformarlo en sus propios sueños. No se les encendió la antorcha de abedul que les aportara felicidad.
-Acércate y cuéntame. Pon fin a tus pensamientos crueles. ¿Qué significan estos amargos gemidos? ¿Engaños? –dijo él.
Ella, no pudo aguantar más, su amor era completamente estéril, se separó y, comenzó a vivir igual que la hiedra que da fruto y flores cuando está libre. Quebrantó su promesa y desapareció para siempre.
Él, quedó cubierto de eterna tristeza. Un recuerdo imborrable, silencioso de sus caricias; de besos dulces como el azufaifo; del sonido de su voz, que evocaba el producido por las corolas de papiro al caer mecidas por el suave céfiro, y el aroma de su cuerpo, todo le estalla en su alma.
Mas, quiso curiosear el misterio de aquella mujer, y dejó escapar todo lo bueno y malo que tenía, hasta la esperanza.
La carta que nadie leerá se ha quedado estremecida sobre la superficie del lago, sus palabras escritas, como lágrimas negras, desaparecen dulces jugando con el fulgor de sus aguas.
10 enero 2013
EL SOL DE NOVIEMBRE
El sol de noviembre, entra por la ventana, huye del aire frío tras acariciar las aguas del rio, del rio Vero que quiere llegar a unirse al Cinca, y, juntos dormir en el mar antes de que termine Escorpio. El balanceo de las copas de los árboles y el deslizar de las aguas dando saltos sobre las piedras que las hacen brillar, dan la sensación de que el paisaje se mueve con alegría.
Su mirada, desierta de cariño, era implacable, borraba toda intención de hacer el amor. Comprendió lo que estaba pasando: No le amaba.
Y le dijo:
-Alma de silencio, por qué no me quieres.
-No puedo. Soy el sueño de otro. No quiero enojarte. Adiós.
Era demasiado pronto para llorar.
05 enero 2013
Y…SE FUE
Fui descalzo por la playa hasta los arrecifes. Cuando me tumbé sobre la arena, soñé con un lugar para vivir. Las huellas de mis pasos se habían borrado. No sabía volver. No quería volver.
Y seguí soñando...
Soñé, acurrucado entre sus pechos... percibí el aroma de su cuerpo que embriaga los sentidos, me perdí en un diccionario infinito de deseos. Solicité a los dioses permanecer en ese Paraíso.
Una gaviota, sobre una barca cercana, que acunaba las aguas, contemplaba como su compañera huía hacia un horizonte de magia imposible.
-Yo tampoco quiero estar sola -me dijo.
Y… se fue.