Bienvenidos.Las ramas de mis pequeños relatos penetran hasta la profundidad del silencio. No temais. Las hojas son tiernas. Hasta los cuervos que mordisquean el fruto no notan mi presencia. Al final del camino, una luz y un roble. Mi alma, sin prisa, parece no querer llegar. アトオ ATHO DE JAZARIA
25 abril 2005
AWAY
La verdad estaba ahí, a mi lado, pero yo no la veía. Ella era como una leyenda, era verdad, me daba la vida.
Para que la primavera se convirtiera en alegría, y no en tristeza, hubiera sido necesario amar de verdad a la mujer que conocía desde hacía mucho tiempo.
El amor es como el pan de los sacrificios de los sacerdotes de Isis, es sacrílego cortarlos a cuchilladas.
Tengo los ojos rotos sobre hojas de hibisco entre mis manos temblorosas.
Acabo de ver su arcaica imagen sagrada, desnuda, inmóvil, tras dibujar geometrías que habían devorado mis umbrosas pasiones.
Desapareció la palmera, y solo quedó su sombra incolora.
Y la cama, vacía.
Desde entonces mis góticos versos resuenan en una lóbrega lejanía.
ATHO
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