29 septiembre 2012

NO QUISO SEGUIRLO





Había un bosque y un sol en el ocaso que acogía la tristeza de las últimas sombras. Descansaba ella feliz entre los cristales de luz. Contenta de la aceptación de sus cuerpos sobre la yerba del bosque. Había desbordado la última fantasía del forastero.
-¿Puedes asegurarme que antes de llegar el nuevo día no me abandonarás?
-Estos momentos que he pasado a tu lado, han sido los más apasionados, jamás imaginados. ¡Ven conmigo!
-¿No quieres saber quién soy?
-No.
-¡Ah!-dijo ella-; tienes miedo a perderme. Soy tu fantasía.
-Sí.
No quiso seguirlo  El momento de la despedida fue una melodía, un profundo suspiro dulce, un temblor de amante recorrió sus cuerpos con el último beso.
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