30 enero 2011

ESE AMOR ERA MENTIRA

Entré en el bosque, allí, en lo más profundo y oscuro, de la mano del viento. Un resplandor, desde la copa de los árboles, inició una danza al compás del silencio. Aquella hoja roja palidecía, y caía trazando una sombra malva sobre la luz mágica de la Vieja Luna.
Salpicaban sobre mis oferentes manos rúnicas, girasoles henchidos de pepitas que saltaban alegres entre mis dedos.
Lejos quedaba el infierno de la ciudad vacía. Todos los silencios huyeron tras las luciérnagas de la sinrazón de aquel amor hecho para el tacto en las noches de pasión. Ese amor era una mitad mentira y la otra su reflejo.

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