24 marzo 2012

MONÓLOGO





Está nevando, que hermosura, nieva... pero... el frío me pone triste. ¿No es la lluvia lo que da tristeza? No, la lluvia me produce nostalgia... el frió, tristeza.

Fuera nieva, dentro, al amor de los leños que arden alegres... no, no es tristeza, es serenidad. Paz da el saber que aún haciendo frío, puedes encontrar muy dentro de ti, el calor... y precisamente, sí, es el calor del amor...

El poder del amor permite fácilmente superar la Quimera que duerme en la entrada que da paso al Paraíso...

El castigo por amar es tener que sostener un cielo que no es el mío. Igual que Hércules fue castigado por capitanear a los Titanes contra los dioses, yo he sido condenado a no morir para que viviendo siempre, sufra por no amar Palabras... copos de nieve... y... ¿No estamos en primavera? ¿Por qué nieva en primavera?

¿Dónde esta el amor? ¡Nadie me contesta! Ya las hojas del castaño verdean frescas, el azul se instala en el guardarropa de las estrellas, la felicidad latiendo entre la maleza de la fría razón, espera en la tierna de la luz del amor un destino distinto.

El amor, con su disfraz de carnaval... el amor, ese objeto esquivo, como lo llama Gabriela Mistral.

Nadie sabe donde se encuentra la tumba de Merlín, todos vemos las gaviotas pasar una y otra vez, mas no sabes en donde anidan, así es el amor.



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