
No ha transcurrido dos minutos… de los pies de la joven dama brotan sendos árboles, un abeto rojo en el izquierdo, una higuera azul en el derecho. Unas raíces retorcidas se hunden en los genitales y en el órgano excretor, ocultando todo su cuerpo de piel morena.
Tras un gran esfuerzo con sus brazos, consigue sacar la cabeza y ponerse de pie sobre la copa de los árboles recién nacidos.
No comprende que ha sucedido, pero está contenta, no ha perdido los cascabeles que la había regalado su novio. Lo demás no tenía importancia.
Quiso soñar despierta con su nuevo amor pero no despertó cuando soñó.
Su familia, padres y hermanos, esperan que llegue para cenar… es ya media noche…
A la mañana siguiente se acercan a la comisaría del barrio y denuncian su desaparición.
ATHO R
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